martes, 6 de noviembre de 2012

Elecciones 2012

Desde Fandango + Colectivo de Trabajo proponemos un Centro abierto, democrático y participativo; que represente a lxs estudiantes de la facultad y no solo a una agrupación; que sea independiente de la gestión de la facultad y de los sucesiv
os gobiernos; que tenga servicios autogestionados y transparentes; que discuta en asamblea el rumbo de la plata de todxs lxs estudiantes; que levante las banderas de lucha de lxs estudiantes y lxs trabajadorxs; que luche por el Boleto Educativo, por la apertura total del Albergue, por un Comedor gratuito.
Necesitamos un Centro que abra espacios a la participación y discusión entre todxs lxs estudiantes.

Algunas de las propuestas

-Estatuto del Becadx, para que se discuta democráticamente los derechos y obligaciones de lxs trabajadorxs de los servicios.

- Comisión de aportes a los servicios, de donde salgan propuestas, financiamiento y mejoras.

- Programa de Evaluación Pedagógica Permanente (PEPP), para que lxs estudiantes tengamos la posibilidad de aportar críticamente al mejoramiento de las cátedras.

- Reglamentación de las cursadas de verano, para que no se dicten las que pinten, sino las que sean acordes a las necesidades de lxs estudiantes.

- Creación de un régimen para estudiantes trabajadorxs, para que el trabajo no limite la posibilidad de terminar la carrera.

- Creación de la materia sobre sindicalización laboral de lxs trabajadorxs de prensa, para que lxs estudiantes conozcamos nuestrxs derechos como futuros laburantes y sepamos con qué herramientas de organización contamos...












Fandango pega porque construye..
Lista 20 de diciembre

miércoles, 24 de octubre de 2012

Un poco de debate sobre la comunicación y educación que queremos





Porque consideramos que la educación tiene un rol fundamental en el desarrollo de una sociedad, creemos que es importante debatir las transformaciones que tuvo a lo largo de la historia la universidad;  cambios enmarcados en contextos políticos diversos y por tanto acompañados de  luchas estudiantiles también variadas cuyo análisis no puede estar exento. Pero además, la construcción cultural y el desarrollo intelectual que se gestan dentro de ese espacio académico, deben ser problematizados en tanto querramos planificar y construir un nuevo modelo de educación

El caso que hoy nos convoca, siendo futurxs comunicadorxs, es el de hacer hincapié en nuestra formación en licenciaturas y profesorados, teniendo como objetivo cuestionar el rol profesional que se está delineando en la actualidad.

Para ello, entendemos que el punto de partida debe ser el análisis de  las transformaciones que se generaron en el campo de la comunicación para problematizar  el lugar que esta ocupa en la construcción y el desarrollo sociocultural así como en la reconstrucción de la realidad. De ese debate  decanta la necesidad de que a lo largo del  proceso formativo se produzcan diversas herramientas teóricas/prácticas para que como futuxs profesionales seamos críticos y estemos al servicio del pueblo y no de los sectores que hoy no sólo manipulan la educación sino concretamente la comunicación.

En medio de ese terreno de discusiones nos paramos como sujetos activos, ya que entendemos que es a través de la participación, como vamos a ir modelando la transformación que anhelamos para una educación más inclusiva y así procesos comunicacionales que primen la pluralidad, la posibilidad de que todas las voces se oigan.

Así es que, como parte de un largo proceso, te invitamos a leer y  profundizar algunos de estos debates e ideas con el objetivo de seguir construyendo verdaderos diálogos e intercambios.

Desde la comunicación

La ruptura con aquellas teorías lineales e instrumentales sobre la comunicación como disciplina, fue permitiendo la aparición de nuevos debates sobre el qué y el para qué de la misma, insertando el concepto de “proceso social” como baluarte a la hora de hablar de comunicación. En ese marco,  los binomios comunicación/cultura y comunicación/educación, han ido transformándose en nuevos recursos para avanzar y profundizar esas discusiones en relación a cómo a ese proceso esindispensable para el entendimiento, el debate y la construcción. 
Así, la conceptualización de “diálogo” fue tomando cada vez más fuerza, adjuntando a la idea de producción y transmisión de sentidos y saberes, la de entender a la comunicación como herramienta necesaria y fundamental a la hora de pensar un cambio posible en el seno de nuestra sociedad.
Por esa razón, tras las palabras “comunicación social”  escribimos “pluralidad”, “inclusión”, “diversidad”; términos que deberían empezar a formar parte y dejar de ser ya lejanas utopías; palabras que denotan la necesidad de que ese vaivén de saberes, de conocimientos y de sentidos de los que hablamos, no privilegien algunas experiencias sobre otras, sino que abran el panorama para acoger a cada visión del mundo, a cada voz que busque expresarse, a cada realidad que quiera ser contada.
Para ello, y como bien expresaremos más adelante, es necesario que cada cual se sienta protagonista en el entramado comunicacional cotidiano como sujeto crítico, para que esas “verdades” contadas dejen de ser la de los sectores hegemónicos, y se entienda como tal a todas y cada una de las historias que quieran darse a conocer, encontrándose unas con otras como diversas, complejas, amplias pero necesarias; dejando de lado las simplificaciones a las que estamos acostumbrados.
Por eso, y en pos de construirlo,  como Fandango somos parte de un proyecto más amplio que busca, mediante lo alternativo, lo comunitario y lo popular, materializar esa pluralidad de la que hablamos. En este sentido, si bien entendemos que la comunicación trasciende los medios ya conocidos, somos conscientes del importante rol que éstos tienen en el entramado social y político. Esa influencia nos obliga, una vez más, a analizar la imposibilidad de desunir los términos comunicación-cultura-educación, los cuales, de caminar juntos, apuestan a una real y mutua voluntad de entendimiento entre interlocutorxs, entre quien cuenta y quien quiere oír.
Son fuerzas y procesos latinoamericanos los que se suman a esta búsqueda de diálogo continuo, de una verdadera comunicación que una y no excluya. En ese marco es que hablamos de darle una vuelta al concepto que cotidianamente repetimos para desnaturalizar  procesos, para que ya nadie se sienta sólo un/a espectador/a y para que la “comunicación” se entienda como un proceso cultural y por tanto herramienta subjetiva de construcción y transformación al alcance de todxs



El trabajo del mutuo entendimiento


La comunicación es un derecho humano, y como tal debe ser defendido y reconstruido a diario. En este accionar,  el/ la comunicador/a tiene un rol fundamental;   su implicancia para con la sociedad es clave para construir una mirada crítica de la realidad, para lo que debe tomar postura y buscar interpelar al otro, generando un proceso de transformación para el desarrollo sociocultural.

Cómo comunicadores no se deben repetir “verdades”,  sino construirlas, problematizarlas, disputar la agenda de los grandes medios y generar propias herramientas de comunicación para afianzar la disputa de sentido y crear un discurso propio. El desafío del comunicador pasa por generar prácticas liberadoras, estando en constante diálogo con la sociedad donde se inserta, buscando transmitir  y defender las voces y los intereses del pueblo.

Se necesita un rol activo del comunicador partiendo desde su formación, la cual no trata sólo de incorporar conceptos teóricos, sino ponerlos en tensión con la realidad. Es decir, no se debe acotar a las instituciones formales (cómo la universidad) sino que debe estar en una constante interacción con la práctica. Para esto,  vemos como fundamental el desarrollo y la participación en proyectos de extensión e investigación, ya que como sujetos inmersos en una sociedad,  se debe investigarla para  reflexionar desde y sobre las propias prácticas.
Además, en este accionar es importante pensar al comunicador como un agente de cambio, comprometido con las políticas sociales, y de esto se desprende, una vez más, la necesidad de pensarlo por fuera de los medios de comunicación pero anclado sí en la idea de comunicación como herramienta.  En este sentido, como  comunicadorxs nos posicionamos desde la articulación “comunicación y la cultura” de la que hablamos anteriormente,  reconociendo a los diferentes actores a los que se interpela así como a los contextos en los que se desenvuelven, con los cuales debe articular sus saberes y prácticas.
Por todo esto, vemos al/la comunicadxr como un actor social dinámico que debe buscar interpelar a los diferentes sujetos y generar, a través de las diversas estrategias comunicacionales, mensajes que lleguen a la sociedad, los cuales debe incitar al receptor a tener un rol activo, crítico y transformador, para así propiciar un intercambio (evitando la recepción pasiva) y reconstruir de forma permanente y desde diferentes miradas la realidad.

 Universidad: continuidades, rupturas y la búsqueda del cambio


¿Qué implica hablar de la Universidad para quiénes la habitamos cotidianamente asumiendo el compromiso de transformarla? En principio, implica reconocer la importancia de esta institución para nuestras sociedades. La universidad es un mecanismo de distribución cultural decisivo para la hegemonía ideológica que ejercen las clases que detentan el control y la apropiación del conocimiento, tanto para la actividad productiva como para la construcción social de una cosmovisión acorde a sus intereses. Se encarga deformar a los cuadros intelectuales y técnicos que pueden reproducir y perfeccionar un estado de  las cosas, o apuntar a transformarlo. Entender esto nos obliga a descartar una visión lineal y reduccionista a la hora de pensar la universidad, no es que sea una cantera de militantes para otros sectores, ni un espacio en donde la pelea se limita a lo económico y lo gremial, remarcamos la necesidad de discutir su orientación ideológica y el sentido de su formación, ya que es una instancia vital para la batalla cultural que implica toda lucha política.
En segundo lugar, hablar de la universidad implica visualizar la historicidad de nuestras demandas, asumirnos como continuidad de las luchas del movimiento estudiantil y la comunidad universitaria en defensa de la educación pública: desde la Reforma del ’18, las movilizaciones en defensa de la educación laica en el ’58, la resistencia a las dictaduras que asociaban lo subversivo a lo crítico, hasta la lucha contra la LES menemista y el arancel, más cerca en el tiempo. Solamente la profundización de nuestras reivindicaciones y la contundencia de nuestras acciones nos acercarán hacia una universidad pública, popular, gratuita, latinoamericanista y de excelencia.
Hechas estas aclaraciones, debemos caracterizar cuál es el estado actual de la educación superior en la Argentina. En relación a la política gubernamental hacia la universidad, existe una serie de rupturas con la década neoliberal signada por el ahogamiento presupuestario, pero también una serie de sustanciales continuidades. En los últimos años ha aumentado considerablemente la inversión en Ciencia y Tecnología (donde se incluye el presupuesto universitario),alcanzando cerca del 6% del PBI nacional.Esto ha repercutido en la creación de nuevas universidades (sobre todo en el Conurbano), en mejoras edilicias y de infraestructura, y en aumentos de salarios para docentes y trabajadores no-docentes. Esta ruptura económica, se sustenta en  una valoración distinta del desarrollo tecnológico y científico, entendiendo que es indispensable para sostener el actual modelo económico neodesarrollista.
Otra de las rupturas tiene que ver con la poca cantidad de universidades privadas que surgieron en estos últimos años, en comparación con su florecimiento noventoso; aunque la matrícula privada sube a un ritmo más acelerado  que la pública, un 6,6% y un 2,2% respectivamente. En general, la matrícula de la educación superior ha aumentado en Argentina y en Latinoamérica: en nuestro país creció un 33% entre 2003 y 2011. Lo problemático pasa por el alto índice de deserción que muestra a la universidad como una institución expulsiva, sólo el 15% de los que ingresan a ella logran finalizar sus carreras. Siguen faltando mecanismos de inclusión económica y otra praxis pedagógica para combatir la deserción. En ese sentido, propuestas como las del Boleto Educativo Provincial y Nacional, la reapertura del Comedor y del Albergue Universitario en la UNLP, permiten avanzar en una democratización social de la Universidad a partir de reivindicaciones gremiales que apuntan a la ampliación del acceso y la permanencia de los sectores populares en la educación superior, reconociendo que con ello no basta, ni que el problema es sólo del orden económico. Hoy persisten otro tipo de problemáticas, sigue existiendo una falta de vinculación entre la universidad y la escuela secundaria, sin perder de vista en qué estado se encuentra la educación media, y reafirmando la necesidad de una reforma integral del sistema educativo que le garantice una educación de calidad a nuestro pueblo.
En los últimos años, una tendencia que se ha profundizado en relación a los ’90 es la penetración del capital privado y trasnacional en las universidades nacionales. Su puerta de entrada fue la Ley de Educación Superior sancionada en el año 1995. Esta legislación parte de la premisa de que la educación no es un derecho sino un servicio,  plantea que la educación superior como una mercancía, habilita el financiamiento “adicional”, instaura la evaluación externa por la CONEAU o por otro organismo privado que se constituya para tal fin y genera una lógica de “premio-castigo” para el reparto de los recursos estatales en relación con indicadores de eficiencia y equidad. La LES constituye una de las principales continuidades con los ’90.
La creciente injerencia de los capitales de las empresas transnacionales en la educación universitaria nos obliga a preguntarnos acerca de cuánto limita esto la autonomía sobre los contenidos de los planes de estudio, qué perfil de profesionales estamos formando, bajo qué paradigmas, y para los intereses de quién, sin desconocer que hay que articular la formación profesional con la actividad productiva, pero permitiéndonos problematizar esta vinculación entre universidad y modelo económico pensándola en el marco de la soberanía de nuestro conocimiento y en la descolonización de los saberes que circulan por las universidades. En ese sentido, hemos venido impulsando una serie de acciones vinculadas a estos eje,en 2009 a nivel nacional conseguimos instalar el rechazo a los fondos de la minera La Alumbrera, en la UNLP hemos propuesto foros de debate sobre megaminería para que la universidad tome posicionamiento al respecto, en Agronomía el Consejo Directivo rechazó el Plan Estratégico Agroalimentario.
Pero para entender un poco más de lo que estamos hablando son necesarias unas explicaciones previas. En los últimos años se ha ido configurando una nueva división internacional del trabajo, donde las economías de las principales potencias mundiales (EEUU, Alemania, Japón) dejan en un segundo plano la producción fordista en masa, y priorizan el sector de servicios y la industria de alta tecnología. En este marco, precisamente la tecnología y el conocimiento científico pasan a ser las variables de la producción que garantizan la competitividad de estas empresas, y ya no sólo la tríada capital-trabajo-recursos. El conocimiento es indispensable para el valor agregado de estos productos y para la generación de ventajas competitivas, allí radica la importancia que le dan a las universidades las empresas transnacionales. Y sabemos que lo que pasa por la perspectiva empresarial, pasa a ser concebido como una mercancía, el caso de la educación no es excepción, el conocimiento se tiene que resguardar (a través de la propiedad intelectual), se tiene que patentar y privatizar, y no se piensa para mejorar a la sociedad sino que su fin es aumentar la competitividad empresarial. Concepciones como ésta subyacen a la normativa vigente que regula nuestra educación superior.  Es en este esquema en que se inserta el modelo económico neodesarrollista del kirchnerismo, sustentado en la exportación de materias primas, sobre todo  de soja y minerales, y en una incipiente reindustrialización, con una economía fuertemente extranjerizada; y la revalorización del desarrollo de la ciencia y tecnología.
El espíritu de la cooperación internacional presente en la reforma educativa de los ’90, los planteos de internacionalización de la educación superior en el Plan Estratégico de la UNLP, la afirmación de Cristina Fernández de que las universidades nacionales sean una cadena de innovación tecnológica, y la transferencia a terceros que mueve millones de pesos, nos obliga a pensar quiénes se apropian del conocimiento que se produce en nuestras universidades y quiénes imponen las agendas de investigación. Hay que desanudar la asociación entre desarrollo científico-tecnológico y  desarrollo social.
Para cerrar, entendemos que es indispensable la defensa de la educación pública, de la universidad gratuita, a pesar de sus limitaciones, para avanzar hacia su transformación. Hay que acercar la universidad a sectores a los que históricamente les fue ajena, mejorar las condiciones de bienestar estudiantil, generar mecanismos para revertir el carácter expulsivo de la institución, pero no podemos desconocer que esto no alcanza en tanto la investigación y el conocimiento que se genere en sus aulas no esté determinado por las necesidades de nuestro pueblo.



martes, 23 de octubre de 2012

Comunicado ante las Jornadas de Plan de Estudios


Las organizaciones abajo firmantes desconocemos las instancias supuestamente impulsadas por la conducción del centro de estudiantes de la FPyCS (Agrupación Rodolfo Walsh) para el debate sobre la reforma curricular del plan de estudios 1998 los días 27 y 28 de junio y 9, 10, 11 y 12 de octubre del corriente año.

La actual conducción del centro de estudiantes no mostró ningún tipo de voluntad política real a la hora de impulsar estos espacios. En las reuniones de organización previas, la Agrupación Rodolfo Walsh se comprometió a asumir diversas tareas imprescindibles para el desarrollo de las jornadas. Sin embargo, nunca llevó adelante las mismas, sino todo lo contrario: dilató lo más posible la situación, al punto de tener que suspender varias de las actividades previstas justamente por no estar garantizadas estas tareas.
Por ejemplo, esta agrupación decidió hacerse cargo de la impresión de los volantes que se utilizaron para la difusión. Los mismos no estuvieron con tiempo de antelación a las jornadas, lo que dificultó la convocatoria a lxs compañerxs de la facultad. Por otra parte, no llevó a cabo pasados por curso difundiendo la actividad, sino que esa tarea fue llevada adelante sólo por las organizaciones abajo firmantes. En ese sentido, responsabilizamos también a las agrupaciones CoPLa, El Movimiento, Haroldo Conti y Jorge Masetti, quienes, pese a estar presentes durante los días previos y los de las jornadas, no participaron de la convocatoria.
En el caso de las últimas jornadas, tres de las cuatro actividades fueron suspendidas, justamente por no estar en condiciones de ser llevadas a cabo. Esto sucedió, para nosotrxs, porque la conducción del centro de estudiantes, que había asumido el compromiso de instar a lxs docentes a que levanten sus cursadas para asistir a las jornadas, no cumplió tal tarea, ni tampoco garantizó las aulas en las que estaba prevista la actividad, al punto tal de vaciar el espacio el día jueves 11, ausentándose del aula donde se iba a realizar la jornada, prefiriendo quedarse en la mesa de su agrupación, guitarra de por medio.
Como organizaciones comprometidas con la transformación social, entendemos que la reforma del plan de estudios y los ámbitos de discusión previos deben trascender a las organizaciones que debatimos cotidianamente sobre nuestra formación, y que deben existir espacios previos deliberativos y resolutivos para mandatar a nuestrxs representantes en los órganos (antidemocráticos) de cogobierno. Además, lxs estudiantes, en tanto sujetxs políticos que intervenimos en la realidad, y en tanto formamos parte de esos órganos de cogobierno, estamos más que avaladxs para debatir de forma protagónica la transformación curricular de nuestra carrera.
Ante la negativa de la conducción del centro de estudiantes de impulsar espacios realmente democráticos, como asambleas y comisiones de base, y ante la falta de predisposición para abrir otros espacios, entendemos que le está dando la espalda a todxs lxs estudiantes de la facultad. Asimismo, estamos convencidxs de que esto no se hace con una intención inocente, sino que forma parte de una estrategia de legitimación previa a una reforma curricular que ya se está debatiendo concretamente en otros claustros y hacia adentro de la gestión de la FPyCS, para evitar el repudio estudiantil ante una reforma antidemocrática, como la que intentaron llevar adelante en el año 2005.
Seguimos apostando a debatir el plan de estudios, e invitamos a todxs nuestrxs compañerxs a acercarse a construir con nosotrxs nuevas iniciativas y nuevos espacios para avanzar en esta discusión, e instamos a la conducción del centro de estudiantes a que se haga cargo del rol que le toca como conducción y convoque a una asamblea resolutiva previa a la reforma del plan de estudios para poder tener una posición como claustro ante una inminente reforma. Seguiremos construyendo una alternativa al modelo excluyente propuesto por la gestión de la facultad y su pata estudiantil, la agrupación Rodolfo Walsh, una alternativa basada en asambleas, comisiones de trabajo y espacios abiertos, independiente de las autoridades de la facultad, la universidad y los gobiernos de turno, que represente a lxs estudiantes frente a la gestión y los demás claustros, y no al revés.

Colectivo de Trabajo (CAUCE-COB La Brecha) - Fandango (COPA-FPDS)

Programa de Evaluación Pedagógica Permanente



El Programa de Evaluación Pedagógica Permanente es un proyecto que impulsamos desde Fandango con el fin de que lxs estudiantes demos nuestra opinión sobre la enseñanza en las distintas materias...


Copate y respondé la Encuesta online del PEPP para ir practicando y acercanos tus dudas y propuestas sobre el proyecto!




La propuesta consiste en implementar un mecanismo institucional permanente de relevamiento de la perspectiva estudiantil acerca de la enseñanza en las distintas carreras y materias dictadas en la Facultad.

En un principio esto se realizaría desde una encuesta anónima donde podamos opinar sobre los aspectos de la organización de la cursada, la relación entre teóricos y prácticos, el desarrollo de las clases, criterios de corrección, contenidos, y muchas cosas más.
La encuesta se desarrollará durante el desarrollo de cada curso, cercana al final de la cursada, con el objeto de que el/la estudiante haya tenido un tiempo suficiente para conocer las características pedagógicas de la materia.
Como instrumento de relevamiento de la información se utilizará un formulario estandarizado.
Los resultados recabados serán sistematizados en plantillas preparadas a tal fin y se distribuirán copias a la Secretaría Académica, al Consejo Directivo y a las respectivas cátedras.

lunes, 22 de octubre de 2012

Segundo Encuentro Nacional de Comunicación para el Cambio Social


El 26 y 27 de Octubre se realizará el 2º Encuentro Nacional de Comunicación para el Cambio Social (EN.CO.CA.SO). Convocado por el Espacio Nacional de Estudiantes de Organizaciones de Base (ENEOB), esta segunda edición tendrá como sede la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Hacia el 2do EN.CO.CA.SO
Tomando como punto de partida el primer EnCoCaSo que realizamos el año pasado en la ciudad de Rosario, y después de volver a encontrarnos este año en el 4to Foro Nacional de Educación para el Cambio Social, el conjunto de organizaciones que motorizamos estos espacios coincidimos en la necesidad de volver a encontrarnos para seguir profundizando los debates en torno a nuestro campo de intervención teórico-práctico.
Intentando generar un espacio de intercambio entre estudiantes, docentes, colectivos de comunicación y diversas organizaciones sociales, la idea de este 2do Encuentro Nacional de Comunicación para el Cambio Social es poder problematizar(nos) colectivamente en torno a los siguientes ejes:
- Estado de situación de la formación universitaria en Comunicación.
- Ámbitos alternativos (gremiales y comunitarios) en la formación de los comunicadores.
- A 55 años de “Operación Masacre” y 35 años de la “Carta Abierta a la Junta Militar”:Nuestro Walsh .
- Hacer periodismo en tiempos de polarización ¿Cómo refundar nuestro oficio en una práctica crítica y transformadora?
- Desafíos de la comunicación alternativa a tres años de la aprobación de la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual. ¿Qué está en juego con el 7D?
- Comunicación popular y procesos abiertos en América Latina